Silici Vall

comillasDios mio ponme donde haya, que de recogerlo ya me encargo yo…
Silicon Valley
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No conozco en España ningún alcalde, ni ministro, ni preboste que no tenga en mente hacerse la golosa foto contribuyendo a la innovación inagurando el n-ésimo parque tecnológico turno.
Entonces, si se aplica tanto esfuerzo, ¿Porqué es tan dificil clonar Silicon Valley?
Hay muchas teorías sobre porqué el área de la bahía de San Francisco es única para los negocios tecnológicos. Yo reduciré todos los factores a uno primigenio, antes de comentar los secundarios.
Factor 1: Mercado
En Cataluña no existe un Silici Vall porque no existe un mercado para las empresas catalanas que pudieren desarrollar tecnología.
Es así de simple: una empresa empieza por tener un mercado. Vale la pena recordar que el estado de California tiene un PIB de 1,55 billones de dólares (2004) frente a 1,03 billones de PIB en España. Y esos 1,55 billones sólo son el 13% del PIB Estadounidense. Nadie que no haya estado en Norteamérica puede comprender la dimensión económica de los negocios de tecnología allí. En el caso de Silicon Valley hay un efecto de sinergia de mercado aún más acentuado: las empresas del área son los primeros clientes de ellas mismas: Cisco es un buen cliente de Oracle, y a su vez vende electrónica de red a Google, que vende publicidad AdWords a Oracle.
Yo creo que lo mejor que se puede hacer con las ayudas a la I+D es tirarlas a un vertedero nuclear y, en cambio, concentrarse en crear demanda de productos tecnológicamente punteros. Esta demanda no puede ser únicamente nacional, ya que el mercado español es al menos 10 veces más pequeño que el mercado interno americano.
Los americanos no necesitan de forma imperiosa internacionalizarse para crecer, pero en España cualquier start-up con aspiraciones debe mirar al mercado global desde el principio.
Propuesta Nº1: Substituir los esfuerzos en ayudas a tecnologías pre-competitivas por facilidades de todo tipo a la exportación, del estilo que prestan el ICEX y las cámaras de comercio, pero con mayor calado.
• Facilidades burocráticas para constituir empresas de capital español en el extrangero.
• Convocatorias para ir 100% gratis a ferias internacionales.
• Disponibilidad de oficinas compartidas pagadas por el estado.
• Acceso a agentes de comercio en el extrangero que asesoren sobre cómo abrir mercado y representen puntualmente a la empresa española en caso necesario.
Propuesta Nº2: Usar el estado como motor de la demanda tecnológica. Esto implica desviar fondos sociales y de infraestructura hacia la compra de productos innovadores españoles. El porcentaje de dinero que habría que retirar de otras partidas presupuestarias es muy bajo, y se compensaría con creces con el incremento de la riqueza que produciría la venta de productos de alto margen allende de nuestras fronteras.
Factor 2: Cultura
En España, para ser empresario hace falta alma de héroe. Por desgracia, amenudo en guerra no hay mucha distancia entre un héroe y un bocadillo de carne picada. Yo quisiera decir que no comparto la filosofía española de coge los millones y corre, pero la verdad es que lo entiendo. Los incentivos para ser empresario son tan bajos que en cuanto haces tu primer millón (si no has quebrado antes) te entran deberas ganas de dejarlo.
Es necesario hacer entender a la gente que una de las bases del capitalismo es permitir que la gente se enriquezca, más aún, que se enriquezca sin límites (dentro de la ley).
Por otra parte, muchos jóvenes ingenieros quieren trabajar en una «gran empresa», en un proyecto ganador, con una marca potente y una ingente cantidad de recursos. Las multinacionales ejercen un poder magnéticos sobre los jóvenes porque piensan que allí podrán llegar a lo más alto. La mayoría de las veces estos jóivenes se equivocan y acaban en la cuneta mal retribuida de algún departamentucho olvidado de una filial perdida.
Propuesta Nº3: Premiar a los emprendedores de éxito con incentivos sociales y económicos. Alentarles para que sigan adelante. No estigmatizarles cuando tropiezan. Proteger su vida y su familia de difamaciones, extorsiones y otros peligros.
Propuesta Nº4: Enviar sistemáticamente ingenieros y emprendedores con becas a Stanford, MIT, Berkeley, UCLA y demás puntos calientes de innovación para que aprendan. No puntuar a los candidatos por sus calificaciones académicas. Estadísticamente, los emprendedores de éxito no destacan por sus notas en el aula.
Propuesta Nº5: Potenciar la imágen de las empresas locales frente a las multinacionales para incentivar a la gente a trabajar en las primeras.
Factor 3: Coyuntura
Cocktail
En la peli Cocktail, tras finalizar los estudios que ha tenido que pagarse él mismo, Tom Cruise termina poniendo copas en un chiringuito playero en Jamaica. Esto es porque al final servir cocktails en la playa es un plan de vida más agradable que andar todo el día enredado contra viento y marea en el stress constante de los proyectos tecnológicos.
Ninguna república bananera puede ser líder en tecnología porque pasarse el día haciendo surf es una actividad demasiado tentadora.
Otro factor relevante es el precio de la vivienda. En España, con las familias al límite de su endeudamiento por la compra de la vivienda, el margen de maniobra personal para emprender es cero. Como todo el ahorro se destina a la compra de inmuebles, no es sólo que los emprendedores no puedan poner ni un céntimo de su bolsillo, sino que ni siquiera pueden permitirse el lujo de aceptar trabajos ligeramente peor pagados hoy a cambio de una promesa de mejora en el futuro. Un precio de las casas es demasiado bajo, tampoco es bueno para el emprendizaje, porque, como apunta, Guy Kawasaki, los jóvenes tienden a casarse antes y a asumir cargas familiares que de otro modo pospondrían unos años permitiéndoles enfocar el 100% de sus energía en un negocio.
Es más fácil crear centros de innovación en Extremadura y Andalucía, donde hay más ingenieros en paro, casas más baratas y más ayudas europeas, que hacer lo mismo en Madrid o Barcelona, con precios exorbitantes para todo, desde la mano de obra al transporte.
Propuesta Nº6: Proporcionar créditos que cubran la parte de riesgo que no quieren cubrir los bancos. Premiar el potencial de generación de ingresos del negocio y no su grado de innovación como se hace ahora. La creación de una marca como eBay puede no ser algo rabiosamente innovador, pero desde luego genera más dinero que una disruptiva técnica genética para producir alcachofas en almíbar directamente en la huerta.
Factor 4: Sinergia
En España los ingenieros pasan demasiado tiempo en la universidad. Los jóvenes están allí desde los 18 a los 24 años (como poco) lugar del cual salen empresarialmente vírgenes.
La endogamia en el profesorado y el recelo hacia la empresa como fuente de contaminación en los programas docentes no contribuyen en nada a la creación de start-ups.
Muchos profesores son estudiantes que no nunca llegaron a salir de la facultad. Y se sigue repitiendo que la universidad no existe para estar al servicio de la empresa.
También hay problemas a la hora de mezclar estudiantes de diferentes clases sociales.
Propuesta Nº7: Financiar encuentros y foros para que los universitarios, los empresarios y los inversores se conozcan.
Propuesta Nº8: Fomentar que los empresarios acudan más amenudo a la universidad a impartir algunas clases puntuales.
Propuesta Nº9: Mezclar a los hijos de familias con rentas altas con aquellos que tienen menos recursos económicos familiares pero más talento y ganas de emprender. No obsesionarse con estudiantes «buenos» y «malos». El capital es algo mucho más útil en un negocio que las calificaciones académicas.
Factor 5: Regulaciones
Si hay algo que le gusta a los funcionarios públicos españoles es poner normativas. Aquí todo está regulado. La administración no ayuda en nada a las empresas, sólo les pone trabas con procedimientos burocráticos.
En el mercado laboral, las regulaciones españolas son especialmente incómodas para los emprendedores.
Propuesta Nº10: Flexibilizar el mercado de trabajo, principalmente abaratando los despidos. Cuanto más barato es despedir a alguien, menor es el riesgo de contratarlo, y, por consiguiente, mayor la probabilidad de que se produzca la contratación sin miedo a las consecuencias a largo plazo de la introducción de un nuevo trabajador.
Factor 6: Objetivos políticos
No se puede pretender que florezca la innovación, cuando en realidad lo que se tienen son objetivos políticos de otra índole, principalmente tres : incrementar la recaudación de impuestos, fomentar el empleo, y ponerse medallas con proyectos estrella.
A todos los ayuntamientos les interesa que haya más empresas dentro del término municipal. Pero no es razonable esperar que la innovación crezca cuando lo que se pretende en el fondo es obtener plusvalías en la venta de suelo e incrementar los ingresos procedentes de tasas e impuestos.
En otras ocasiones se trata de crear puestos de trabajo como sea, bien manteniendo plantas de producción de empresas extrangeras, bien simplemente subvencionando la creación de empleos.
Propuesta Nº11: No mezclar los objetivos políticos con los económicos. La recaudación de impuestos y la creación de empleo, son efectos secundarios del crecimiento económico, no fines primigenios en sí mismos.
Factor 7: Inversiones extranjeras
Tres cosas básicas hay que entender sobre las inversiones procedentes del exterior:
1ª) Los inversores buscan estabilidad política y social.
2ª) Los inversores ponen su dinero en sistemas legales que conozcan y les den garantías.
3ª) Los inversores buscan zonas donde el potencial de beneficio sea muy superior al de sus paises de origen.
Sorprendentemente, los políticos hacen muy poco para proporcionar las garantía anteriores.
Hace falta ser muy corto de vista para andar potenciando Cataluña (y yo soy catalán) como zona geográfica diferenciada de España. Los inversores americanos a duras penas saben dónde está España, y, por consiguiente, mucho menos Cataluña. Todo el trapicheo político autonómico y estatutario no beneficia en nada la captación de capitales extrangeros. En vez de crear un pais con imágen fuerte, o realidad plurinacional, o como se llame ahora… andamos creando microespacios geográficos sin fuerza política en la escena internacional.
Por otro lado, es poco razonable pretender que un inversor americano venga a España y arriesgue su dinero bajo la protección del sistema legal español. No porque la justicia española sea para nada mala, sino porque el americano, simplemente, no puede confiar en ella porque no la conoce. Lo que hay que hacer es constituir una sociedad nortemaricana en Delaware, en Atlanta, o en San Francisco, y luego crear filiales de dicha empresa en España.
Por último, hay que entender que el factor decisivo para complicarse la vida yendo off-shore es que se gane mucho más dinero. Es por esto que el desarrollo de software se lo llevan a la India y no lo traen a España.
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La imagen de la innovación en España
Referencias :
Cloning Silicon Valley (David Rosenberg)
Cómo ser Silicon Valley (Paul Graham)
How American are Startups? (Suw Charman)
How to Kick Silicon Valley’s Butt (Guy Kawasaki)
Startup Centers (Tim O’Reilly)
Inversión en I+D en las regiones europeas (Juan Freire)
El sueño de clonar Silicon Valley en España (E. Arrieta)
Europe, the other Silicon Valley… (ballpark)
Lo de «el próximo Terra» aquí no cuela, majo (Buenos Días, Silicon Valley)
El emprendizaje en Europa (Narciso Cerezo)
Empresas tecnológicas ven Málaga como el ‘Silicon Valley’ europeo (El País)
Silicon Valley’s lead over Europe is narrowing (Jhon Markoff)
España no es San Francisco (Ismael E-Qudsi)
Cómo construir un Silicon Valley en Europa (Esko Aho)
Universidad y empresa, una alianza insuficiente contra la crisis del saber (Ángel Díaz)
¿Por qué Europa no tiene un Silicon Valley? (Raquel C. Pico)
Els catalans trepitgen fort a la meca dels emprenedors (Ignasi Pujol)
A Visitors Guide to Silicon Valley (Steve Blank)
¿Un Silicon Valley en España? (Juan Corbera)

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