Linux y el aburrimiento

La informática se inventó para solucionar un problema de aburrimiento.
La inventaron unos tipos que estaban aburridos de descrifrar complicadísimos códigos nazis a manubrio durante la II Guerra Mundial.
Luego entre 1950 y 1951 Edmund C. Berkeley publicó en la revista Radio Electronics una seríe de 13 artículos que describían cómo fabricar uno mismo un ordenador Simon. El primero costó 600 dólares y lo ayudaron a construir dos estudiantes [aburridos] de la universidad de Columbia.
Quince años más tarde, en el 65, llegaron los PDP-8 y de los ingenieros que se aburrían en Digital salió un spin-off llamado Data General que en 1976 sacó el mercado el primer micro de 32 bits: el VAX.
La historia de Data General está deliciosamente narrada en el premio Pulitzer The Soul of a New Machine
Mientras tanto, en el 72 apareció la videoconsola Odyssey que traía el Pong, ese jueguecito de tenis.
Pong
Yo vi un Pong mucho antes que un ordenador personal en mi vida. El primer Apple II es del año 77 pero no fue hasta 1982 cuando me hice con mi ZX Spectrum ¡RE-DIOS! ¡qué pedazo de máquina para jugar era el Spectrum! Sólo con oir ese delicioso zumbido de la cinta de casette durante 4 minutos hasta que cargaba el juego ya me ponía muerto de impaciencia cuando era niño.
En el 81 apareció también el primer IBM PC, pero, como no era una máquina muy buena para jugar, quedó relegado para el gran público hasta que con las tarjetas VGA y SoundBlaster superó cláramente al Spectrum en prestaciones videojueguiles. El Tetris de HoloByte salió para PC en 1986, convirtiéndose en el videojuego más popular de la historia.
Paralelamente, en 1983 Nintendo lanzó la videoconsola Famicom en Japón, que llegó en 1985 a EE.UU. como Nintendo Entertainment System (NES). Pero no fue hasta 1988 con la llegada de Sega Mega Drive (la primera consola de cuarta generación) cuando el mercado de videoconsolas despegó realmente en todo en mundo en medio de una feroz competencia entre Mega Drive y NES.
Ahora los videoadictos más fanáticos se aburren tanto y están tan ávidos de novedades que no han podido esperar al lanzamiento de la PlayStation 3 y ya se han comprado todos una XBox.
Y desde la llegada de Internet, ya no hay ni un segundo para aburrirse. Basta ver la súbita popularidad brutal de YouTube, que es la herramienta Nº1 para perder el tiempo de toda la historia de la humanidad.
Linus Torlvalds estaba aburrido y se puso a escribr Linux, Richard Stallman definitivamente tenía mucho tiempo libre para organizar una cruzada contra los pollos aquellos que no le daban el código fuente del driver de la impresora. Leyendo los comentarios de Barrapunto se llega a la inevitable conclusión de que la peña se aburre y no tiene nada mejor que hacer que escribir allí.
El Software Libre nos solucionó un gigantesco problema de aburrimiento a los geeks. Esos mismos que compramos las PDAs o cualquier otro gadgets novedoso con el que jugar.
Pero el problema de los usuarios comunes es que no se aburren lo suficiente con Windows como para cambiar. Es más, Microsoft hace todo lo posible por darles periódicamente su ración de «novedades» cuidadosamente envueltas en bonito papel de dieciseis millones de colores.
Hace unos meses le regalé un viejo PC con Windows 98 a una amiga, le dije que estaba todo bien instalado y que no lo tocara. Lo primero que hizo fue intentar actualizarse a Windows XP. Creo que lo que la movió a desoir mi consejo fue el magnetismo de los iconos tan chulos de XP, bueno, eso, y que ingenuamente se creyó que el proceso le funcionaría bien a la primera. El resultado neto de la «actualización» fue una vista a la tienda para comprar un PC nuevo con XP pre-instalado por 800€.
Como dice Eric Raymond esta gente compra iPods y nuevos skins de Windows Media, cosas para no aburrirse. Y su principal uso del PC es para mandarse correos chorra y chatear con los amigos.
Si Linux quiere conquistar el escritorio, ya puede empezar a divertir a los usuarios de a pie con un buen circo. Si eres un programador, con Linux hay horas de diversión ilimitada, porque no hay ningún límite a la cantidad de cosas que puedes hacer. Pero si eres un usuario normal, Linux es un coñazo porque existe un umbral comparativamente bastante bajo de mierdas que te puedes instalar para pasar el rato.

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